Rocío:

 

En donde trabajaba contrataron a Gerardo, al inicio me preocupé porque sabía que no estábamos preparados para tener empleados sordos, pero pensé que en lugar de quejarme, podía hacer algo, y lo pedí en mi equipo.

 

Comencé a capacitarlo, y no fue fácil, hasta llegó a ser frustrante, pues yo conocía su potencial e inteligencia, pero no lograba que él aprendiera en la forma en la que yo le enseñaba… Pero después de varios intentos, se logró; Gerardo aprendió, y comenzó a corregirme y a proponer mejores soluciones...

 

Y fue gracias a él que descubrí el mundo de la Sordera, fascinante, pero lleno de injusticias y necesidades; y lo encontré tan apasionante, que le di un giro a mi vida, dejé mi trabajo para realizar una investigación sobre el tema, durante 1 año...

 

Y descubrí que la comunicación no es el principal problema… Lo más crítico para una persona sorda es no tener un sano desarrollo de lenguaje en la infancia, en su lenguaje natural, la Lengua de Señas; ya que afecta su desarrollo cognitivo, educativo, laboral y social.

 

En México cada año nacen cerca de 5,000 niños sordos, y como más del 95% son hijos de papás oyentes, tienen muy pocas oportunidades de tener acceso a la Lengua de Señas, durante la infancia…

 

Y para ayudar a los niños sordos en el desarrollo de su lenguaje y mejorar la comunicación entre personas sordas y personas oyentes, creamos “Dilo en señas”.